lunes, 1 de febrero de 2010

El dogmatismo.

El dogmatismo. El dogmatismo está muy cercano al prejuicio y a la superstición. Aparece cuando una previsión queda invalidada por la realidad, a pesar de lo cual no se reconoce el error sino que se introducen las variaciones adecuadas para poder mantener la creencia previa, que es de lo que se trata. Una actitud dogmática queda así inmunizada contra la crítica. Llamo inmuniazación a la implantación de mecanismos de defensa contra la evidencia o contra los argumentos adversos. Un ejemplo: las religiones adventistas americanas habían predicho que Cristo descendería a la Tierra el 22 de octubre de 1844. No sucedió, pero tras las acomodaciones pertinentes, sus sucesores, los Testigos de Jehová, predijeron que ocurriría len 1914. Tampoco sucedió, pero eso no les hizo desconfiar de sus creencias, sino sólo posponer el hecho hasta 1975. Según dicen los que saben de esto, por fin ocurrió lo esperado, pero sin que nos diéramos cuenta.
La acomodaticia plasticidad de los prejuicios, los dosmatismos y las supersticiones les confieren siete vidas como los gatos. Pondré un diálogo entre los señores X e Y como ejemplo de alguno de sus mecanismos de adaptación:

X: Lo malo de los juidíos es que sólo se preocupan de su propio grupo.
Y: Pero el registro de la campaña del Fondo de Ayuda de la Ciudad muestra que ellos son más generosos que los no judíos.
X: Eso demuestra que siempre andan tratando de comprar el aprecio de la gente y de meterse en los asuntos de los cristianos. No piensan más que en dinero, por esa razón hay tantos banqueros judíos.
Y: Pero un reciente estudio muestra que el porcentaje de judíos en la banca es mínimo y mucho menos que el porcentaje de no judíos.
X: Por supuesto. Nunca se dejan ver. Actúan siempre desde la sombra, como hombres de paja.

Etcétera, etcétera, etcétera. Este proceso de racionalización es llamativo y cercano a comportamientos patológicos. El prejuicio dispara un mecanismo racicinante, que sólo pretende reforzar la creencia básica y eliminar la disonancia con la nueva información. Se mueve en un círculo autosuficiente que se alimenta de sí mismo. Nada puede afectarlos. Sucede como en el chiste: Un hombre cuenta a sus amigos que su párroco es un santo porque habla todos los días con Dios. Los amigos escépticos le preguntan: "¿Y tú cómo sabes lo sabes?" "Porque me lo ha dicho él mismo." "¿Y cómo sabes que no te engaña?" "¿Cómo me iba a engañar un hombre que habla todos los días con Dios?"