domingo, 20 de abril de 2008

En clave de FA


La clave de Fa es utilizada en el lenguaje convencional de la música para expresar motivos sonoros que obedecen a frecuencias menores. Son sonidos graves que en la clave de Sol se alejan del pentagrama por su parte más baja. En clave de Fa nunca sonaría un violín, por desafinado que estuviera, pues su lenguaje se escribe en Sol y su sonido en Fa es solo silencio.

Pero Fa también son las siglas del Foro Artístico - C/ Mesegueres 6, 30003 Murcia -. Por alli pasan las mentes más modernas de Murcia, es un espacio donde expresarte y sorprenderte: aunque para mí que le falta olor a huerta.
El Sabado por la noche después de tomar unas cervezas y comer algo en el jesuso nos dejamos caer por allí. No por dárnolas de originales, ni por ir por la vida de mentes modernas. Íbamos a "er Fa" perfumados de monte y de huerta. Una pared para dibujar; mientras se proyectaban videos yo dialogaba con mi sombra... el valor no vale, vale ser valiente... ...el silencio habla... y cada uno en su lenguaje se expresó, y fuimos valientes. Una cerveza para celebrarlo.



...Sin quererlo ni planearlo de vez en cuando te puedes desmarcar de la monotonía del tiempo. Puedes recorrer la pintura murciana en el museo de Bellas Artes, sorprenderte con lienzos que desprenden un sospechoso olor a arte que ya pasó y que no volverá. Descalzarte del siglo XXI, pasear por una Murcia moderna de verdad y desperezarte en cualquier rincón oliendo la desesperación de la huerta en primavera.

Familia y psicología de la salud

La familia como proyecto común repleto de fronteras cumple una función biológica, reproductiva, afectiva, económica, cultural y espiritual. Como institución histórica y evolutiva responde a la interacción con la sociedad y obedece por tanto al cambio social.

Los hijos tienen ahora ideas más amplias sobre lo que conforma una familia, así como nuestros padres con respecto a sus padres y a los padres de sus padres. Los lazos de sangre no son ya un precepto vinculante, y si lo son tienen una carga metafórica mucho más amplia; las adopciones internacionales, las segundas y terceras núpcias, son muestra de este cambio.

El rol educativo de la familia está en desorden. Los padres se declaran impotentes para educar y trasfieren la responsabilidad a la escuela. A su vez, la escuela se declara también impotente y devuelve la responsabilidad a los padres. Y ambos, igualados en esa impotencia, acaban por echar la culpa a la televisión. Cuando llega su turno de excusas, las empresas de televisión dicen que ellas dan lo que el público pide, y devuelven una vez más la pelota al campo de juego. Así anda el patio.

Esta situación nos obliga a usar un modo especial de pensar, un pensamiento sistémico. Apropiado para comprender los sistemas de relaciones que interactúan entre sí. Por ejemplo, la historia de una familia no es la agregación de las historias de sus miembros, sino el flujo de relaciones, influencias mutuas, choques, encuentros, que hay entre ellos. Una acción, un suceso, produce un reajuste de las relaciones. Cuando una pareja tiene un hijo lo que existe no es una suma: dos partes más un niño. Lo que surge es una realidad absolutamente distinta, un nuevo sistema que rediseña todo; forma de vida, expectativas, sentimientos, posibilidades.

La identidad apellido-sangre deja paso a la de lenguaje-hogar, más real y cercana, más pendiente de los reajustes en las relaciones interpersonales..

viernes, 11 de abril de 2008

miércoles, 9 de abril de 2008

martes, 8 de abril de 2008

La difícil búsqueda de la identidad

Los psicólogos del desarrollo, pero no así los psicólogos de la personalidad, hablan del "sistema del yo". Se trata de la comprensión que una persona tiene de sí misma, de los roles con que se identifica, de los valores culturales o morales que acepta. La idea que uno tiene de sí mismo es un componente real de la personalidad. Es una de las creencias fundamentales que va a intervenir en la definición del carácter. Va a determinar los modos de sentir y de actuar y, en último término, va a permitir la emergencia de nuevos hábitos afectivos, cognitivos y operativos, es decir, si cambia la identidad, puede cambiar el carácter.
Los adolescentes -y también los adultos que no se han resignado a la facticidad- suelen distinguir entre su yo real y su yo ideal. Esta división puede causar problemas si existe una excesiva diferencia entre ambos, o si el yo ideal está falseado. ¿Qué le sucede a una chica anoréxica? Que su aspecto ideal está equivocado y le va a introducir en una dinámica destructiva. El adolescente imagina aquello en que le gustaría convertirse y aquello en lo que teme convertirse. Es una opción arriesgada, en la que pueden ser constructivos o destructivos. El acercamiento de muchos adolescentes a conductas de riesgo, las drogas por ejemplo o el sexo precoz, depende de los modelos impuestos -o al menos propuestos- por la sociedad. Una vez más nos tropezamos con la inevitable interrelación de elementos de la personalidad.
Lo cierto es que el adolescente se encuentra con su personalidad aprendida -el resultado de su matriz personal y de los hábitos- y tiene que decidir lo que hace con ella. El psicólogo canadiense James Marcia cree que los cambios durante la adolescencia se entienden mejor si se dividen en tres fases: deconstrucción, reconstrucción y consolidación. Es decir, inicialmente el adolescente se enfrenta a sus propias contradicciones, intenta resolverlas, y al final desarrolla una teoría del yo más integrada, su identidad. No es de extrañar que durante este periodo muchos padres se sientan confusos y vapuleados.
La sociedad occidental actual ha dificultado y vuelto más urgente la búsqueda de la identidad, porque propugna una individualización feroz. No hay roles sociales, no hay identidades definidas, no hay modelos morales, hay un contradictorio politeísmo de valores y cada cual tiene que elegirse de arriba abajo. El tipo occidental de sociedad individualizada nos habla de la necesidad de buscar soluciones biográficas a contradicciones sistemáticas
.> Por ejemplo, no tenemos un modelo aceptable de relaciones de pareja, no existe una clara idea de en qué consiste ser hombre y ser mujer, y la única solución es que cada cual resuelva el problema a su manera. En un mundo donde el trabajo se hace inestable, se nos pide que cada cual se haga su propia biografía laboral a la carta. Se recomienda, en suma, una especie de bricolaje vital. Este tipo de libertad produce la angustia de la posibilidad, que empuja a mucha gente, como reacción, a buscar identidades monolíticas, religiosas, políticas o nacionales. Es lo que Fromm llamó "miedo a la libertad" . Sufren la misma inquietud que hizo a una niña preguntar lastimosamente a su maestro: <¿Entonces hoy también tenemos que hacer lo que queramos?>
Nunca se ha exigido tanto al individuo como ahora. Al poseer más libertad, al estar obligado a inventar su vida sin manual de instrucciones, tendrá que estar decidiendo continuamente. Por eso resulta tan urgente que nuestros niños aprendan a vivir esa autonomía, llena de posibilidades y riesgos.

José Antonio Marina
"Aprender a vivir" 2004
www.joseantoniomarina.net

LA ZORRA Y EL TAMBOR


Una zorra, obligada por el hambre, merodeaba en un bosque para proporcinarse alguna caza. Divisó un gallo, provisto de bella cresta y de hermoso plumaje, y que andaba orgulloso, rodeado de un crecido número de gallinas.
Se
puso en acecho para obrar de modo que no se le escapara el gallo. En aquel momento oyó un extraño ruido y, volviendo la cabeza, vio un tambor atado a un árbol, cuyas ramas, agitadas por el viento golpeaban la piel del instrumento, produciendo un ruido espantoso.
-¡Oh, oh! -se dijo la zorra-; ese animal que hace tanto ruido debe eser mucho más ex
celente manjar que aquel gallo que ya es viejo.
Dejó, pues, de acechar al gallo, salió de su emboscada para ir derecha al árbol, y por él trepó con mucha dificultad. Saltó sobre el tambor y lo mordió con sus dientes; pero dentro de él no encontró más que viento.
D
espechada, se bajó del árbol para correr detrás del gallo; pero éste se había puesto a salvo con las gallinas.
-¡Que desgraciada soy! -dijo la zorra harto confusa-, me he dejado seducir por una cosa que se ha desvanecido engañosamente. Mi almuerzo ha huido y no he encontrado en ese tambor hueco lo que producía tanto alboroto. No puede uno fiarse de las apariencias: ya lo sé para el porvenir.
Vedas, Puranas, Mahabharata,
Ramayana, Sakuntala, fábulas
y apólogos... INDIA SAGRADA

viernes, 4 de abril de 2008

AL CENTRO




CENTRARSE


QUIERO

Quiero que me oigas sin juzgarme
Quiero que opines sin aconsejarme
Quiero que confíes en mí sin exigirme
Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí
Quiero que me cuides sin anularme
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí
Quiero que me abraces sin afixiarme
Quiero que me animes sin empujarme
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí
Quiero que me protejas sin mentiras
Quiero que te acerques sin invadirme
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten
Que las aceptes y no pretendas cambiarlas
Quiero que sepas... que hoy puedes contar conmigo...
Sin condiciones.

Ésta es la propuesta de Jorge Bucay sobre las relaciones
interpersonales, fue publicada originalmente dentro del
prólogo de la tercera reedición de Cartas para Claudia
(Ediciones del Nuevo Extremo), en 1989.