martes, 5 de enero de 2010

Besos en el Alma

La longitud de su mirada
sugería una infinidad de mensajes,
un mínimo esfuerzo físico con los ojos
para un resultado tan positivo.

Se abrió la comunicación del contacto, de la pasión.
Te veo, estás aquí,
te deseo.

Sus dedos delgados acariciaban el viento,
y rozaban delicadamente sus yemas olas de humo
que dibujando palabras bordaban el cielo.
La silueta de un alma cargada de estrellas,
el almizcle o el óleo,
el mapa de un pensamiento.

Mar de besos que era su boca,
de aguas calmas y bravas olas con labios de alma.
A besos del alma
sonaba el carmín de sus palabras,
a melodía de un beso de tornillo
entre pétalos de rosa.

Dormirme en su cintura,
sellar a la altura de las estrellas su cuello de besos.
Que acaricien sus labios los míos
y sean mis pies, zapatos de los suyos.
David Vicente Vicente
Sábado 4 de Diciembre de 2004

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