miércoles, 27 de febrero de 2008

PEQUEÑAS MEMORIAS Alma


En el fondo tenía alma...
Era un patio desierto con una franja
que cada cierto tiempo
dejaba ver quién era.
Era de reir,
era de llorar,
y cada cierto tiempo
tenía alma.

2 comentarios:

Pedro Francisco Almaida dijo...

Sí tenía alma, aunque un día se negó, deambuló y sus ojos se hundieron entre montes de piel muerta.

Y un día tuvo una pesadilla, se despertó entre sudor y vacío y, al mirarse al espejo, se vió el alma, pero su cuerpo era ya viejo.

alcuadrado dijo...

Gracias pedro por tus palabras, eres el diálogo que las pequeñas memorias necesitan, con tu voz cada vez son más grandes. Gracias...