Tener miedo nunca fue su fuerte.
Nunca creyó en aquellas palabras mecanografiadas
tan lejos del vapor de su aliento,
y tan cerca del miedo, que nunca fue su fuerte.
Dos besos mal dados desde la distancia.
Mal hubiera sido no respetar sus palabras.
Malditas y endemoniadas palabras,
benditos los besos mal dados, desde la distancia.
Nunca creyó en aquellas palabras mecanografiadas
tan lejos del vapor de su aliento,
y tan cerca del miedo, que nunca fue su fuerte.
Dos besos mal dados desde la distancia.
Mal hubiera sido no respetar sus palabras.
Malditas y endemoniadas palabras,
benditos los besos mal dados, desde la distancia.