viernes, 8 de abril de 2011

José Antonio Marina. La pasión del poder

"El afán de poder es la más violenta pasión humana, escribió Bertrand Rusell. No es de extrañar, pues, que su ejercicio, sus secretos, sus biografías, aviven nuestra curiosidad. La gente admira y teme al poderoso. Lo fascinante alberga siempre una mezcla de belleza y espanto. El poder no provoca sólo rechazo, sino también atracción, y muchos intelectuales -Platón, Hegel, Nietzsche, Heidegger, Ortega, Foucault, entre otros- la sintieron intensamente.

Fiel a su proyecto sistemático, el autor ha elaborado un tratado sobre el poder y sus dramaturgias. Recuerda que el atractivo de Maquiavelo deriva de su capacidad para hacer teoría a partir de figuras concretas de dominacion, y en esto le copia. ¿Por qué se desea tanto el poder? ¿Cómo se consigue? ¿Cómo se mantiene? ¿Cómo se pierde? Centrándonos en el poder político, ¿cómo lo ejercieron los superpoderosos Augusto, Mahoma, los señores renacentistas, el papado, Napoleón, Hitler, Churchill, Stalin, Roosvelt, Kennedy, Rockefeller, las multinacionales? ¿Quién manda en el mundo? ¿Se puede hacer política manteniendo las manos limpias?

Los filósofos clásicos no entendían el fenómeno de la obediencia. "¿Por qué tantos se someten a tan pocos?", se preguntaba Hume. Acaso en el fondo del alma humana hay un afán oculto de sumisión, que nos recuerda nuestro origen gregario, y que convive con otro afán patente de libertad. Hay una pasión de dominar y una pasión de ser dominado. El poder culmina su trayectoria cuando se convierte en garantía de seguridad o de bienestar. Este libro apasionante explora los múltiples laberintos contenidos en un laberinto.


"Interesante libro para una época de crisis galopantes y poderes desatados" (Jesús Ferrer Solá, Turia).